Son muchos los casos que se dan a
diario en los cuales un profesor o profesora debe coger la baja por
estrés laboral, también conocido como Burnout. Muchas personas creen que ser profesor es fácil...
Durante el curso 2011-2012, los casos atendidos por el Defensor del Profesor, un servicio de atención inmediata y gratuita para docentes víctimas de situaciones de conflictividad y violencia en las aulas, (http://www.eldefensordelprofesor.es/) en el conjunto del Estado español ascienden a 3.352 profesionales.
¿Cuál es la verdadera causa de este estrés profesional?
¿Son sólo los profesores aquellas personas que padecen este problema?
¿Cómo podemos bajar las tasas de personas que sufren este tipo de estrés?
Yo pienso q los profes son un poco cuentistas. Se les ace caso a cualquier cosa, y nsotros somos los malos, los q provocamos su stres. Q somos, malos alumnos? o son ellos malos profes, xq en realidad es asi. no saben manejarnos ni enseñar. son aburridos y ns joden cn los suspensos. Somos nosotros, los alumnso ls q d vrdad tenemos stres, no ellos.
ResponderEliminarLa educación y el respeto hacia el profesor ha cambiado. Ahora, los profesores nos tenemos que adaptar a las exigencias de los alumnos, y enfocar nuestras clases en intereses actuales para ganarnos su atención, adaptar las materias para que las entiendan y bajar el nivel de rendimiento porque es improbable que lleguen a aprobar si les exigimos más.
EliminarEl aprobado se merece, no se da así porque si. Estamos hablando de una cultura que los jóvenes de hoy en día no valoran, que les resulta inútil. Lidiar con eso cada día es una tortura. Yo disfruto enseñando, compartiendo los saberes y haciendo entender aquello que tratamos, pero lo que no me parece ético y es verdaderamente vergonzoso, es que un alumno te escupa, te tire papeles a la cara o se creen grupos revolucionarios en clase que te impiden trabajar, te ponen nervioso y te quema.
¿Qué pasaría si a un médico le estuvieras tirando papeles a la espalda en medio de una operación a corazón abierto? Eso no se permite, es algo innombrable. Pues los profesores también somos profesionales, en nuestro caso de la educación cultural. Los modales y las formas tienen que venir aprendidas de casa.