14 de enero de 2014

Multiplícate por cero

Todos sabemos de la importancia del lenguaje para comunicarnos. Salimos a la calle, hablamos con la gente, nos socializamos... todo ello empleando una gran cantidad de signos lingüísticos que nos permiten relacionarnos. Pero esto no queda ahí. El lenguaje no lo es todo para la vida diaria. En silencio y con mucha fuerza existe un elemento que acompaña al lenguaje y que es fundamental para desenvolverte en la vida: las MATEMÁTICAS.

Sí, ese rollo de asignatura que hemos estudiado en el colegio, que nos costó la vida aprobar, que no le encontrábamos un uso claro... ¿Dónde esta la dificultad? Son simples operaciones con números y.. ¡Todos sabemos contar!
Debemos pararnos a pensar en que es lo que realmente provoca esa falta de interés general por una asignatura que a la par de ser importante es muy práctica. 


  • ¿Creeís que la forma que los profesores tienen de dar la clase nos condiciona de alguna manera a ser más o menos inteligentes en matemáticas?
  • ¿Poder entender las matemáticas requiere un gusto o atracción por las mimas?
  • ¿Qué papel juegan los profesores en el fracaso de esta materia?

2 comentarios:

  1. a mi nunca se me han dado bien las matematicas, y no creo que aya sido por el prifesore, esque son muy dificiles, pero eso no me hace menos listo, ni nada de eso, esque te piden cosas que no valen para nada
    ya me diras tu para que me sirve a mi una raiz cuadrada en la vida, solo para dibujar gachos aorcados.. a eso me dedicaba yo en clase

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  2. A mí siempre se me han dado mal las matemáticas, y al contrario que el comentario anterior, sí que culpo en parte al profesor. Tengo una mala base porque desde el principio, ya en primaria, no me motivaron lo suficiente ni intentaron explicármelas de una forma distinta. En bachillerato, en cambio, las matemáticas eran más complejas pero lo entendía mucho mejor... gracias a que tuve refuerzo por otro lado que lo explicaba de una forma más comprensible, y porque el profesor del instituto motivaba muchísimo más y transmitía el gusto por su asignatura. Por otra parte, tampoco creo que toda la culpa se la tenga que llevar el profesor, hay personas que comprenden mejor las matemáticas y otras peor.

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